En el área de Barú en la provincia de Chiriquí se desarrolló alrededor de las actividades de exportación de banano de la empresa estadounidense Chiquita Brand Company. Por décadas esta empresa llegó a contratar hasta 5.000 personas, con salarios superiores a los que se pagaban en otras actividades agrícolas del país.
Con el cierre y liquidación de la Cooperativa de Servicios Múltiples de Puerto Armuelles (Coosemupar), que había adquirido los activos de la Chiquita Brand Company en el 2008, por un precio de $20 millones, la situación en la zona de Puerto Armuelles se ha vuelto crítica, debido a que miles de personas se han quedado sin empleo.
Las autoridades locales están sumamente preocupadas, por esta siuacion porque la región atraviesa por una crisis económica desde que el muelle dejó de ser utilizado por muchas empresas nacionales e internacionales.
Ante este escenario, el Gobierno impulsa la creación de la Zona Franca del Barú, que incluiría la construcción de un parque industrial en los terrenos del antiguo aeropuerto de Puerto Armuelles, un puerto de contenedores y un relleno que permita atracar barcos comerciales y yates turísticos.
Se proyecta destinar alrededor de 200 hectáreas para varias etapas del proyecto, que se llevarían a cabo en terrenos propiedad de Coosemupar, pero que en estos momentos se encuentran intervenidos por el Banco Nacional de Panamá.
El alcalde Franklin Valdés señaló que es necesario reparar el muelle, porque es la única forma de comenzar a percibir ingresos. Enfatizó que lo que buscan con la rehabilitación del muelle fiscal es crear empleos.
En tanto, reconoció que el muelle fiscal de Puerto Armuelles, necesita algún tipo de reparación, porque el mismo estuvo mucho tiempo sin ser utilizado y por ende, no se le dio el mantenimiento requerido, mientras que se investiga sobre las condiciones en que la Chiriquí Land Company tenía que haber dejado el bien estatal.
Más de 70 años después de esos primeros viajes exploratorios a Chiriquí y del establecimiento de la empresa en el Pacífico panameño, la transnacional, hoy Chiquita Brands Company, decide vender sus activos de la subsidiaria Puerto Armuelles Fruit Company (PAFCO). Llevaba 100 millones de dólares en pérdidas acumuladas en los últimos cinco años, y Chiquita no estaba dispuesta a seguir subsidiando la operación.