En la actualidad, 220 personas están a la espera de un trasplante de riñón, sin embargo, en lo que va año solo se ha contado con 16 donantes efectivos, que han aportado 32 riñones. Así lo informó Rocío Arroyo, una de los dos especialistas en Nefrología que laboran en el hospital regional Rafael Hernández.
Los riñones son dos pequeños órganos del tamaño del puño, pero gigantes en funcionalidad. “El riñón tiene tres funciones básicas: filtración, absorción y excreción de sustancias tóxicas de la sangre para eliminarlas por la orina”, enumera el doctor De Freitas.
El rendimiento de los riñones, generalmente, se obtiene tomando en cuenta la tasa de filtración glomerular, siendo como valor normal “que se filtren 120 mililitros de sangre por minuto en los riñones. Eso quiere decir que en un día normal un riñón sano debe filtrar 180 litros de sangre por día”.
Sin embargo, cuando los riñones fallan esta tasa va decayendo en cinco etapas (ver tabla), siendo la última la fase de la insuficiencia renal crónica cuando los riñones dejan de limpiar la sangre. “Tan versátil es el riñón que con tan poca función renal todavía permite que la persona se mantenga libre de síntomas y fuera de diálisis si no llega a etapa cinco”, de acuerdo con autoridades de salud.
La hemodiálisis, la más popular, permite la filtración de la sangre con una sustancia que posee los componentes químicos de esta en números adecuados que permiten mantener el equilibrio. La diálisis peritoneal es el otro tipo que se ofrece, que consiste en utilizar como filtro una membrana natural del cuerpo llamada periotoneo, a la cual se le introduce una sustancia que filtrará la sangre
El aparato realiza más o menos la función del riñón y a través de los tratamientos, se eliminan las toxinas que se encuentran en la sangre, que son el producto de todo lo que se acumula en el día, la parte buena se queda y lo que debió salir normalmente en una persona por la orina es sacada a través de este procedimiento”, señaló la especialista Arroyo.
El tratamiento de hemodiálisis efectúa un 20% de lo que hace un riñón sano, que permite ganar tiempo hasta que la persona encuentre un donante. Aproximadamente, $15 mil invierte el Estado cada año por los pacientes que se realizan algún tipo de diálisis. Le cuesta más o menos al Estado un trasplante de riñón de donante fallecido. De ser el riñón de un donante vivo relacionado, podría costar $21 mil.
Las estadísticas destacan que en Panamá se realizan un promedio de tres trasplantes de riñón por mes, y cada año aumenta el número donantes de órgano.“El promedio de vida de un trasplante de donante vivo es de 15 a 20 años, mientras que es de 10 para el fallecido”.