Por carreteras rudimentarias donde solo los carros a doble tracción, entran, se ubica el corregimiento Cerro Iglesias, distrito de Nole Duima, en la Comarca Ngäbe Buglé, una población de 2500 habitantes, donde las canchas para practicar deporte, se esconden a la mirada de los caminantes, solo quinientas personas recibieron el bono alimenticio el pasado 30 de noviembre.
Desnutrición, focos de enfermedades y bajo rendimiento escolar causada por la pobreza y la extrema pobreza, son algunas de las deficiencias que la Secretaria Nacional para el Plan de Seguridad Alimentaria y Nutricional, intenta erradicar en el área indígena, mediante los programas que se desarrollan en esa zona, explicó Fernando Ferrerira, coordinador de proyectos especiales de esta entidad.
Huertos caseros, bono alimentario (50 balboas mensuales), panaderías, controles de salud para niños e individuos en edad reproductiva y hasta la instalación de cooperativas dedicadas a la fabricación de bloques de arcilla, son algunos de las iniciativas que se desarrollan en esta área del país.
Emilia Rodríguez, a cinco años en el programa como beneficiaria, desde que inició se enfocó en el cultivo de verduras y granos. “La mejoría socioeconómica en estas zonas ha sido notoria, muchas personas se han beneficiado obstante, falta todavía”, dijo la promotora. De esta mujer dependen cinco personas.
Francisco Mora Jiménez, quien vive también en Cerro Iglesias se ha dedicado al cultivo de las parcelas o hurtos caseros. Con un español no depurado, se refirió a las condiciones de cambio que ha sufrido el área en cuanto al poder adquisitivo. “Estos programas ayudan a crear consciencia en nuestra gente y con las nuevas regulaciones para el cambio del bono para la compra de alimentos, se pondrá mejor”, dijo.
Según las disposiciones los bonos solo podrán hacerse efectivos en las tiendas de la red y que estén ubicadas en el área en donde resida el beneficiario, a la vez solo podrá comprar arroz, frijoles, azúcar, fósforos, café, leche, cremas, sal, pasta (macarrones), aceite, panela, tuna, sardina, jamonilla, pollo, harina, huevos, pasta de tomate, jabón de lavar, jabón de baño, cepillo de diente y pasta dental.
“Durante la entrega del bono alimentario el movimiento económico es notorio solo en las tiendas que pertenecen a la red, en las otras a pesar que los precios son más bajos no se percibe”, dijo una propietaria de abarrotería que solicitó, no revelar el nombre.
Para fines del mes de diciembre Senapan prevé entregar un millón en bono alimentario.