Origen y perspectiva
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Desde la crisis económica del 2011, la Asociación de Productores de Arroz de Chiriquí (Apach), no ha podido recuperarse. Ahora se plantea en el horizonte algunas posibles hipótesis, las cuales deben definirse para mediados de febrero. Esto para asegurar el mejor tiempo para la siembra que debe realizarse en el mes de mayo, pero sin los programas de financiamiento el panorama es preocupante.
Los arroceros ponen la esperanza en la comisión negociadora integrada por las instituciones que pertenecen al sector agropecuario (IMA, ISA, BDA y MIDA), designada a principios de enero del 2013 luego de una reunión que sostuvieron con el ministro de la Presidencia.
La crisis
A raíz de la deuda que Apach mantiene con el Banco Nacional de Panamá y la negativa de este banco en renegociar las obligaciones, los agremiados han buscado otras alternativas que permitan conseguir los fondos para la cancelación de este compromiso.
Actualmente, el gremio arrocero le debe al BNP 4.3 millones de dólares, por los cuales la institución le declaró de plazo vencido el 19 de diciembre del 2012; esto a pesar que el préstamo fue concedido a once años y solo habían transcurrido dos años. Según documentos, para esa fecha las obligaciones vencidas alcanzaban un millón 861 mil 943.44 (un millón 245 mil 760.28 de capital y 616 mil 183.16 de intereses).
A mediados de marzo de 2012 el BNP intervino el molino (estructura que había sido comprada y modernizada en 2010 con dineros que la entidad bancaria prestó en aquella fecha), con esta maniobra la agrupación de productores quedó sin posibilidades para abonar a la deuda.
Sin embargo la cuestión de Apach, va mucho más allá. En sus inicios (2011), como agentes comercializadores del grano, necesitaban dinero y materia prima para empezar a operar. El dinero lo prestó el BNP, pero bajo la condición que pagaran un precio inferior al que el resto de los molinos estaban ofreciendo por el arroz. Ese año el insipiente molino solo pudo procesar 50 mil quintales, mas necesitaba 320 mil, lo cual arrojó pérdidas durante ese periodo.
Durante el año de la crisis, el atraso en el desembolso en la línea de crédito jugó un papel importante en la baja en cuanto a la cantidad de hectáreas financiadas (del programa de financiamiento de la Apach que nació en 2005) y por consiguiente en la producción global del rubro. “Se financiaron parcialmente 777 hectáreas de una programación de 4 mil hectáreas”, cita el documento.
Cabe recordar que en 2010, el financiamiento alcanzó para cubrir 4 mil 262 hectáreas y durante el 2009, 4 mil 954. El año 2007, marcó el precedente como la época en que se financió mayor hectareaje con 5 mil 593 has.
El año pasado luego que los productores autorizaran la venta del molino como condición para recibir el financiamiento de sus cultivos, la línea de crédito no llegó nuca. “Después de obligar a la Apach para que autorizara la venta del molino, no nos prestaron nada”, citó las palabras de los productores.
Otras aristas
Costos de producción, cada vez más onerosos, las plagas, los fenómenos climatológicos y otros factores han provocado la baja en los rendimientos por hectárea y en consecuencia la poca o nula rentabilidad de la actividad arrocera en Chiriquí. Dicha situación ha repercutido en pérdidas millonarias en los últimos años.
El periodo pasado, los rendimientos llegaron a promediar 88 quintales por has y con un precio de venta de B/. 20.50. Una cantidad insuficiente para cubrir los costos de producción de ese periodo. (B/. 2080.00 por hectárea). A simple vista, el productor perdió unos 276 dólares por hectárea; viéndolo de manera global los arroceros chiricanos dejaron de percibir unos 6 millones 72 mil balboas durante la zafra del 2012. Es oportuno señalar que en ciertas áreas la producción quedó por debajo del promedio, llegando incluso a 15 y veinte quintales por has.
Los intentos de esta organización, hasta ahora han sido fallidos. La institución bancaria a quien le adeudan, según sus agremiados, no les ha dejado pagar las obligaciones. Sustentan los motivos en que las condiciones que les pusieron desde el inicio, no prometían mucha seguridad a sus planes de progreso.
Gabriel Arauz, presidente de Apach, responsabiliza a funcionarios del BNP y las malas políticas que desarrollaron para con la agrupación que él representa. Coloca sus esperanzas en planes de refinamiento con otra entidad crediticia que según sus palabras podría ser el Banco de Desarrollo Agropecuario. Indicó que el apoyo gubernamental ha sido trascendental en el curso de las conversaciones y ha visto mucha voluntad en cooperar.
La venta del molino, sigue siendo otra de las opciones que se considera, pero a una institución que responda a los intereses de los consumidores y productores. El directivo habló del Instituto de Mercadeo Agropecuario. Aclaró que esperan vender en el monto total que les construir la infraestructura. “Esperamos que si finalmente, nos desprendemos del molino, sea por el precio que costó su construcción y así poder saldar las obligaciones que mantenemos”, dijo Arauz.
En la Apach se recuerda con nostalgia los tiempos en incursionaron en el financiamiento a productores, debido al azote del acaro Spinki en 2005. Hoy con los reveses sufridos, añoran que se reactive este programa. De acuerdo con Arauz los planes para estos menesteres han sido presentados y están a la espera que se defina la situación.
Nodier Díaz productor del área Guarumal señala la preocupación imperante en el sector por la falta de facilidades crediticias y las bajas tasas de rendimiento por has aunada a la carencia de semillas de alta genética, lo cual lo ha llevado a reducir sus plantaciones que en años anteriores oscilaban entre 100 a 120 has a solo 60 que plató el año pasado. “La falta de respaldo, me ha llevado a reducir las áreas sembradas y a otros compañeros los obligó a mudar de cultivos”, comenta Díaz.
El productor señala la necesidad de políticas reales que incentiven al productor nacional y que potenciados por recursos necesarios para asegurar la producción del grano y del sector agrícola.
Próximamente, (15 de febrero), la comisión encargada de analizar la situación de Apach llegará a sus finales conclusiones, con las cuales los productores sabrán si las siembras correspondientes al mes de mayo se ejecutaran o no, del mismo modo la cuestión financiera de la agrupación se esclarecer; en tanto la tasa de interés porcentual sobre la deuda que fue adquirida con el BNP, continua creciendo.