Las especies endémicas en la flora y fauna y el recurso hídrico, mayor riqueza del Parque Nacional Volcán Barú (PNVB), tendrán que soportar un poco más de tiempo la intervención de factores externos hasta que se complete la elaboración del nuevo plan de manejo. El estudio podría tardar hasta un año, coinciden grupos ambientalistas y la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam)
Según conocedores se requiere habilitar zonas de recuperación, reforestación y de protección absoluta, para salvaguardar la permanencia de la reserva.
En vista de los señalamientos presentados, en semanas anteriores, a la Anam por parte de grupos conservacionistas, se acordó la elaboración de un nuevo plan de manejo, ya que a juicio de los protectores del ambiente, el estudio actual no cumplía con las premisas requeridas para la estabilidad del PNVB.
Demetrio Miranda de la Asociación Ambientalista de Chiriquí, expresó que debido a la situación y a las proyecciones que se prevén para esta reserva, el estudio debe realizarse con mucho cuidado y por entes idóneos. Señaló que las pruebas de campo y la elaboración del nuevo plan, tardarían hasta un año. “Esto es de cuidado, por ello podríamos estar hablando hasta de un año”, indicó Miranda.
Por otro lado, Ibelice Añino directora nacional del Departamento de Áreas Protegidas y Vida Silvestre de la Anam, señaló que la situación busca delimitar de manera precisa los linderos del área protegida. Agrega que la consulta para con los productores y la comunidad empresarial y moradores del área será primordial en la elaboración de la nueva reglamentación del parque.
Entre otras cosas, la percepción de los ambientalistas que abrazan la elaboración del nuevo plan de manejo, plantean que el sitio sea administrado a través de un patronato, ya uq a través de la custodia del Anam, el PNVB ha sido vulnerable a las actividades invasivas, lo cual ha puesto en riesgo los servicios ambientales que ofrece el sitio.