La buhonería La buhonería, actividad calificada como parte de la economía informal; es según los comerciantes de la ciudad de David, un enemigo que opera con la complicidad de las autoridades municipales.
Apostados en las aceras, ellos buscan el sustento familiar diario, sin embargo lo que parece ser un negocio correcto; es criticado por muchos empresarios que operan legalmente, tan solo por el manejo que se le ha dado durante muchos años.
Edgar Requena, propietario de una zapatería en la avenida cuarta de David, desconoce si la irregularidad con la que operan muchos buhoneros; al pagar menos impuestos que los comercios normales proviene de la alcaldía, agrega que en los últimos meses, la actividad informal crece sin ningún tipo de control, lo que denota una mala imagen para la ciudad.
Según Requena, las casetas en mal estado utilizadas por los buhoneros, obstaculizan la entrada a muchos establecimientos comerciales; trayendo como consecuencia afectación a las personas con discapacidad, añade que en su mayoría; quienes ejercen la actividad no dan oportunidad para el libre tránsito, afectando el comercio y el turismo local.
Para Roger Quintero, gerente de tiendas de Farmacias Revilla, la buhonería debe ser regulada y extraída de las áreas comerciales, ya que esa actividad hace daño al comercio legal, sostiene que a pesar de las reuniones con la municipalidad y otras entidades encargadas de ventilar el tema, no se brinda una respuesta a la inquietud de muchos comerciantes.
Abdel Torres es presidente de la Cámara de Comercio Industrias y Agricultura de Chiriquí, según él las quejas de los comerciantes a causa de la proliferación de la buhonería son constantes, los acuerdos con las autoridades no llegan señala, mientras tanto la actividad denota un considerable crecimiento; y algunas casetas se les ha instalado medidores, lo que representa un peligro latente para la sociedad.
Según detalló Torres, se ha tenido acercamiento con la Municipalidad y la Gobernación, buscando alternativas al problema, sin perjudicar a las personas que se dedican a ese negocio, pues detalla que de esas ventas; depende el sustento diario de muchas familias.
Entre tanto Amarilis Carrera, corregidora diurna del distrito de David, ve con preocupación el aumento de la buhonería; asegura que la situación ha obligado a suspender los permisos para la actividad, acción que según ella busca organizar a los buhoneros, para que cumplan con las ordenes que decreta la corregiduría, sostiene que a muchos de les ha revocado el permiso, en el momento que inquietudes negativas; hayan sido presentadas por empresarios afectados, generando así la abierta de procesos y expedientes en esa instancia municipal.
Cifras estadísticas proporcionadas por la corregidora, revelan que hasta el mes de febrero; unos 500 buhoneros ocupaban las aceras en la avenida central de la ciudad de David, no obstante el censo recopilado en aquella fecha; arrojó que muchos de ellos no han solicitado el permiso correspondiente a la alcaldía, sino que han falsificado documentos y firmas para ejercer la actividad sin ningún tipo de control, aunque por lo pronto se espera identificar a esas personas para hacerlas salir del área señaló la autoridad.
Muchos actores involucrados en el tema de la buhonería, comparten que la solución no es precisamente la creación de una peatonal, los entrevistados aseguran que quienes ejercen esa economía informal; deben ser reubicados en un terreno baldío, brindándoles todas las medidas de seguridad.
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