El primer encuentro de cooperativas de comunidades indígenas, se desarrolló el 23 y 24 de julio, y tuvo como sede la ciudad de Santiago en la provincia de Veraguas, allí más de un centenar de asociados, procedentes de Bolivia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, se congregaron para debatir las experiencias vividas en sus países, con los populares modelos cooperativistas.
El encuentro organizado por el Instituto Panameño Autónomo Cooperativo (Ipacoop); en conjunto con La Secretaria General Ibo Americana y otros Organismos de Cooperación del Gobierno Español, persiguió siempre la discusión de que el cooperativismo se ha convertido en un instrumento que ha ayudado al desarrollo de las comunidades comarcales o indígenas.
Aunque la realidad de Panamá y de la provincia es diferente, en aspectos de igualdad y equitatividad, en el encuentro; los cooperativistas pretendieron siempre dejar establecido que la modalidad de las cooperativas, colabora con el desarrollo rural y la seguridad alimentaria de los pueblos originarios.
Ana Giselle Rosas de Vallarino, es la directora ejecutiva del Instituto Panameño Autónomo Cooperativo, según ella esa institución gubernamental, siempre se ha encargado de impulsar el modelo en las áreas indígenas del territorio panameño, aunque muchos quieran ver lo contrario.
Para Vallarino, el modelo cooperativista está aportando un desarrollo significativo en las comunidades indígenas de la república de Panamá, agrega además que actualmente la modalidad adoptada por la institución, ha traído desarrollo rural en esas áreas, y por ello se sigue promoviendo el cooperativismo en todo el país.
El primer encuentro de cooperativas de comunidades indígenas, se desarrolló celebrando los 33 años de creación del Instituto Panameño Autónomo Cooperativo, donde una de las ponencias con mayor relevancia, fue la presentada por los cooperativistas bolivianos, país donde se han ejecutado programas de electrificación rural, beneficiando a comunidades muy humildes.