Para subir a un ring, es menester tener más que ganas de pelear. Hay que haber adquirido condiciones físicas y actitud. Boxear es más que tirar golpes y esquivarlos. Guantear es un estilo de vida, en el cual los que no son constantes, no duran y se van.
Muchos dan por sentado que el boxeo es un deporte de energúmenos, de pleitistas que buscan camorra. Este medio, quiso experimentar la verdadera faceta del box, antes de los pleitos. Pragmatizar el sabor real de los entrenamientos.
Eran las 3:49 de la tarde aproximadamente, cuando decidimos doblar a la izquierda después del casino Crown, en donde se ubica el gimnasio de boxeo. No se había abierto bien la puerta del coche, cuando los gritos e indicaciones del preparador Carlos Núñez, se escuchaban-Sube, sube la guardia, Brian-, -Tú muchacho, dobla la cintura y flexiona las piernas-, se refirió a otro púgil ¡y usted!, le dijo a otro peleador, no tome tanta agua, si le gusta el agua lo mandaré a nadar- decía el que fuera boxeador en sus tiempos mozos.
El periodista subió las escaleras rápidamente-baya llegó licen-, ¿Viene a entrenar?, le preguntó el entrenador al reportero. Por supuesto, contestó el reportero. Seguido de esa plática, empezó la sesión, en la cual se pudo observar los niveles de exigencia que demanda el boxeo.
“El boxeo es un deporte muy sacrificado”, dijo Núñez. Agrega que en ocasiones, no se valora el esfuerzo de los pugilistas, quienes, ganen o pierdan han tenido que pasar por un riguroso plan de trabajo.
Brian De Gracia, emergente boxeador oriundo de Santa Marta, sostiene que sus peleas empiezan en el gimnasio y desde allí ha empezado a perseguir su sueño. “Quiero, es más sé que llegaré a ser campeón mundial de las 126 libras, por lo cual me preparó cada día como si fuese mi pelea titular”, manifiesta De Gracia, mientras salta soga sin detenerse.
En tanto, Arístides Arauz, apoderado de varios prospectos chiricanos, incluyendo a la excampeona Mundial Chantal Martínez; señala la carencia de condiciones adecuadas para la práctica de esta disciplina. Comparte sus sueños de conseguir la construcción de un centro de alto rendimiento exclusivo para el boxeo. Arauz, que ahora se adentra en la política partidista, asegura que de llegar al cenáculo legislativo, sería uno de sus rimeros proyectos.
Los ejercicios avanzaban y reloj, también. A la distancia un carro blanco, tipo pick up, se acercaba, se trataba del presidente de la Comisión de Boxeo Profesional de Chiriquí. Alexander Sánchez, profesor de la Facultad de Comunicación Social, quien además de docente, rige el boxeo en la provincia. Sánchez, presentó recientemente, su informe de gestión al Instituto Panameño de Deportes, por el cual recibió reconocimientos por la gran cantidad de programas desarrollados durante su mandato.
Los peleadores continuaron con la rutina de entrenamientos, unos para combates aficionados otros como Brian “La roca” De Gracia y Octavio Abrego para el pleito del jueves 10 de octubre y De Gracia para el próximo 19 de octubre.
Realizar ejercicios de calentamientos por más de 40 minutos, pasar al saco, luego a la pera, de allí a saltar soga por más de 20 minutos y luego al enlonado para guantear con el sparring, seguido de la sesión de guanteletas. Al salir de ese ciclo, corresponde la hora a las abdominales y pechadas y otros ejercicios, según el criterio de Núñez.
De nuevo en el tinglado, los boxeadores se tumban para realizar una variante de abdominal. Cuando el deportista comprime el abdomen, Núñez le pregunta: ¿Sabes para es esto? Para esto, le da una palmada en la panza, cómo dijo.
Al boxear se pierde mucho líquido, la sed es descomunal, pero los peleadores deben saber que en los entrenamientos, como en la pelea, no se puede beber agua. Solo es funcional enjuagarse. Tanto estos, como otros peleadores, no distinguen entre días feriados, sábados o domingos. Para ellos, todos los días son momentos para entrenar, para mantener la forma.
Nadie puede decir que le gusta el boxeo, sin no ha boxeado antes o tan siquiera haberse calzado las vendas para darle al saco.