Tres días llevan los conductores de varios camiones articulados varados en la frontera de Panamá con Costa Rica, esperando un salvoconducto para ingresar al hermano país.
Son cerca de 200 contenedores llenos de mercancía, valorados en miles de dólares, los que aun no se les agiliza el tráfico, impidiendo su movimiento a varios países centroamericanos.
Según manifestaron algunos conductores a un medio televisivo de Panamá, en Costa Rica los funcionarios de aduanas se manejan con mucha burocracia, agregan que el personal que nombran para agilizar los trámites de entradas al país, es insuficiente para la cantidad de transportistas que utiliza diariamente la frontera.
Los transportistas aseguran no entender la demora de los funcionarios tico, quienes tardan horas para entregar el manifiesto de viaje por territorio costarricense.