En un funeral de estado, el Servicio Nacional Aeronaval (SENAN) dio su último adiós y todos los honores al teniente Agustín Santos Vinda, quien falleció como uno de sus máximos héroes, en cumplimiento del deber en un accidente en Guna Yala.
El teniente Santos Vinda fue enterrado en el Cementerio de Gariché, en Bugaba, Chiriquí, a 2.6 kilómetros del Templo Evangélico El Buen Pastor de la Asamblea de Dios.
En esta iglesia, con el cuerpo presente, le fue entregado a su madre, Benita Vinda, la medalla de condecoración y la resolución de ascenso póstumo a capitán por ofrendar su vida en cumplimiento del deber.
Luego, en el cementerio, la madre del ahora capitán Santos Vinda también recibió el casco, la bandera y un overol de vuelo. La ceremonia concluyó con el canto del himno aeronaval, tras los actos protocolares, que incluyó un sobrevuelo de helicópteros, toque de silencio y tiros al aire.
Fue el único muerto en el accidente del helicóptero Bell 412, con matrícula AN-137. La muerte ocurrió cuando la aeronave de patrullaje marítimo se precipitó, al tratar de darle alcance a una lancha sospechosa, en una operación de interdicción de sustancias ilícitas.