Pequeñas casetas con toda clase de aditamentos electrónicos, iluminación y demás. Para algunos puede significar peligro, un espantajo a la seguridad de los transeúntes. Para otros, las grandes empresas, una amenaza para sus negocios; sin embargo en el otro extremo están los pequeños vendedores que se valen de su actividad para conseguir el sustento diario.
Ésta es la situación que se vive en la Avenida cuarta en David, por el otorgamiento de permisos para la instalación de medidores de energía eléctrica, los cuales quedan expuestos, a la intemperie, a sol y agua.
¿Quién tiene razón? ¿Quién es el responsable? ¡Diga usted!