Vigilar y asegurar el orden en las zonas fronterizas es el rostro fotografiado en primer plano de los agentes del Servicio Nacional de Fronteras SENAFROT, no obstante la semana pasada, algunos de sus efectivos, cambiaron la ronda de patrullaje por el servicio social humanitario en las comunidades de Limones y Bella Vista, en el distrito de Barú.
Los uniformados dejando a un lado sus AK-47, empuñaron escobas y rastrillos en la limpieza de varios planteles. Además mudaron sus mochilas por cajas de comida que entregaron a personas de escasos recursos del sector.
El Comisionado Armando González, jefe del Batallón Occidental, quien estuvo a cargo de la organización del evento, señaló que a través de estos programas las fuerzas de seguridad fortalecen los vínculos con los residentes haciendo más efectivo el trabajo de cooperación entre civiles y uniformados.
Cabe destacar que este batallón tiene la responsabilidad de patrullar el cordón limítrofe entre Panamá y Costa Rica. Desde Punta Burica en Chiriquí hasta Guabito en Bocas del Toro.