Quebrada de Piedra, Guabino de Tolé, Jorones, Zapotillo, Soná y Guabalá, entre otras comunidades, se beneficiarán con la reconstrucción y adecuamiento de la vieja vía interamericana, un aproximado de siete mil residentes, más los viajeros que por allí transitarán.
La obra alcanza un monto cercano a los 80 millones de balboas por 72 kilómetros de carretera y dos puentes, uno de ellos sobre el Tabasará y el otro, un viaducto auxiliar edificado sobre un paraje en donde no hubo río jamás.
Ovidio Barría, alcalde del distrito de Las Palmas, dijo que esperan ver el proyecto terminado a finales de febrero del año entrante. “Esta será un camino alternativo para los conductores, sobre todo en situaciones como las vividas, en los meses pasados” señaló Barría.
Expresó que la calzada presentará ocho metros de ancho, es decir será a dos carriles, pero con especificaciones que faciliten la circulación de los vehículos.
El proyecto inicia en la entrada de Guabalá y se extiende a lo largo de los poblados de la zona occidental de Chiriquí y parte de Veraguas.