Héctor Requena Núñez El hombre que cambió la medicina por la química

Originario del corregimiento de Puerto Armuelles, distrito de Barú, criado bajo la tutela de su padre Héctor Requena Martínez, y los buenos principios de su madre Elvia Núñez viuda de Martinez, específicamente en las barracas del antiguo Silver City, hoy barrida El Carmen, nos adentramos a describir la infancia, juventud y vida personal de Héctor Requena Núñez, el profesional humilde, que se atrevió a cambiar la medicina por la química.
Requena, aun recuerda aquel sitio casi al frente de la playa, cuando los baños de letrinas se usaban colectivamente, y por ser hijos de trabajadores de la empresa Chiriquí Land Company, eran trasladados a varios lugares, viviendo como judíos errantes, pues adujo que le tocó vivir en Pueblo Nuevo, San José, pero finalmente la barriada El Porvenir, se convirtió en su destino final, en el occidente de la provincia.
Héctor narró a “El Informe de David”, como su futuro profesional, siempre estuvo marcado con éxito desde su infancia, los estudios primarios los realizó en la escuela de Puerto Armuelles número dos, centro escolar donde logró el primer puesto de honor, trayectoria con la que siguió toda la secundaria.
Esa entrega durante la primera etapa estudiantil, le hizo acreedor a una beca otorgada por el Instituto para la Formación y Aprovechamiento de los Recursos Humanos IFARHU, por lo que tuvo que trasladarse a la ciudad capital, y en el Instituto Nacional, hizo su primer y segundo año de estudios secundarios, periodo compartido muy de cerca con el ex rector de la Universidad de Panamá, Carlos Iván Zúñiga Guardia, ya que le correspondió hospedarse en su residencia.
“Zúñiga conocía muy bien a mi padre, se agitaron juntos como dirigentes sindicales, puedo recordar como hijo mayor, cuando mi papá me llevaba de la mano a las concentraciones de los obreros en las fincas bananeras, recuerdo los discursos de los indígenas panameños, dirigentes como Tomás Palacios Salinas, esos momentos son memorables, sobre todo porque mi padre Héctor Requena Martinez, siempre estuvo ligado con la actividad obrera, fungiendo como secretario general del sindicato más poderoso de Panamá, en aquel entonces”, puntualizó.
Destaca “Eran los tiempos genuinos de la defensa obrera, donde sus derechos era lo más importante, allí surgía el sindicalismo organizado en el país, con dirigentes muy entregados al movimiento, eran incomprables comenta, y vivían la defensa de los trabajadores durante las huelgas”.
La estadía de Requena en la casa de Zúñiga, fue por dos años ya que posteriormente residió en la casa de la asesora legal de los trabajadores de la Chiriquí Land Company, Rosario Yer de Sarasqueta (fallecida), estando en la ciudad capital aprendió el fútbol, deporte que a la postre se convirtió en su pasatiempo favorito, pasados esos dos años se trasladó a Puerto Armuelles para terminar la educación secundaria en ese distrito, y en la Escuela Secundaria de Puerto Armuelles le correspondió dar el discurso de inauguración de los nuevos edificios de ese plantel, en nombre de todos los estudiantes, honor que pudo vivir al lado del general Omar Torrijos Herrera.
Luego de terminar la secundaria con el primer puesto de honor, las consiguientes becas para hacer estudios universitarios llegaron, Héctor se decide por la licenciatura en química en la Universidad de Panamá, sin embargo su padre soñaba que el fuera médico, a pesar de las inclinaciones que él mostraba por el área de las ciencias naturales y la matemáticas, le daban ese amplio margen para irse por la medicina, la mentalidad interna silenciosa de éste profesional, seguía enfocada en la química.
Con el ánimo de cumplirle ese sueño a su padre, Requena decidió ir a la facultad de medicina a los cursos de preparatoria, y allí se matriculó, “mi papá tuvo la satisfacción de acompañarme hasta la Universidad de Panamá, el me llenó la tarjeta de matricula para estudiar medicina, pero en medio de los cursos, tomé la decisión de cambiarme a química, esa era la disciplina donde me sentía más fuerte, me ha ido bien sobre todo en la química analítica, que es la que tiene que ver con la composición cuantitativa y cualitativa de todo tipo de materia” expresó.
Según dijo Héctor Requena, esa carrera la culminó con éxito en cuatro años, y laborando en los laboratorios de química, en la casa de Méndez Pereira, recibía un cheque de aproximadamente 90 dólares, tiempo después fue asistente de laboratorio por un periodo de un año, y allí logró participar en un concurso de beca Fullbright – Laspau, saliendo beneficiado como el único becado del país, de los 17 participantes que se presentaron a la convocatoria.
El futuro de éste profesional, seguía consolidándose a la velocidad de la luz, ya que el otorgamiento de esa beca, le permitió trasladarse a los Estados Unidos, para realizar estudios de posgrado en el Instituto Polychlnic RENSSELAER en la ciudad de New York, allí terminó la Maestría en química con énfasis en química analítica, pero cinco años más tarde, en ese mismo centro de estudios, logró el doctorado, en esa misma disciplina.
Héctor Requena Núñez, ha logrado muchos éxitos en su vida personal y profesional, trabajó como profesor en el colegio Marista San Vicente de Paul, ha laborado como docente en la universidad por aproximadamente 38 años, fue dirigente de los estudiantes de química del Centro Regional Universitario de Chiriquí, director de la escuela de química ad honorem por más de 20 años, fungió también como director de la extensión universitaria de Puerto Armuelles, y primer director del Centro Regional Universitario de Barú.
Actualmente es el rector de la Universidad Autónoma de Chiriquí, centro de estudios superiores, donde desea ver mejores cosas y que la universidad tenga la oportunidad de seguir fortaleciéndose, formando gente de alta calidad, que la comunidad se sienta identificada con ese centro, pero que además la institución, se vincule con la problemática que vive la sociedad, y su gente aporte con sus experiencias a la solución de los problemas que comúnmente aquejan a la comunidad que rodea a la Unachi.