Aunado a la mala situación que viven los trabajadores bananeros en Puerto Armuelles y la población del distrito de Barú, las primeras lluvias trajo consigo fuertes vientos huracanados que arremetieron contra plantaciones de plátano, banano y algunas casas del sector que se ubica en la línea fronteriza de Panamá y Costa Rica.
La fuerza del viento derribó varios árboles y postes del tendido eléctrico en dos barriadas céntricas del mencionado distrito, dejando a decenas de casas sin este servicio por varias horas.
Los agricultores señalan que las pérdidas son de un 60%, ya que las plantaciones han sido atacadas por enfermedades, producto de los constantes aguaceros.
Mientras que en las tierras bajas hectáreas de arroz se han perdido por el exceso de lluvia, además la situación no es mejor en las tierras altas, en donde se han perdido cultivos de cebolla y papa.
Los productores consideran que en los próximos meses habrá problemas con la calidad del producto, porque estas afectaciones impiden que se obtenga un buen plátano.Aseguraron que no les queda otra alternativa que cambiar la variedad de semillas por unas más resistentes a las enfermedades por el exceso de agua.