En los distritos de Alanje, David y San Lorenzo existe un amplio ecosistema, que incluye esos bosques insertos en las aguas lodosas, esteros, riachuelos, arenales, playas, islas y un amplio mar, que conjugan una riqueza de especies, tanto en flora como en fauna.Ademas que constituyen un escudo en contra de los tsunamis e inundaciones.
Por esa razón y en especial porque sus actividades económicas están ligadas al aprovechamiento de los recursos del manglar, grupos comunitarios solicitaron a las autoridades municipales que se declarara como un área protegida esta zona. De allí se definió crear la nueva área protegida de uso múltiple Manglares de Chiriquí.
Instituciones no gubernamentales, como la Fundación MarViva, The Nature Conservancy (TNC) y Conservación Internacional, apoyan el establecimiento de esta nueva área protegida, sobre todo por las perspectivas de un esquema de desarrollo sostenible que involucre a comunidades como Pedregal, Horconcitos, Chorcha Abajo, Guarumal, Las Pavas de Isla Sevilla, Tres Boquitas del Estero, El Repartidero y otras.
Por sus características, los manglares de Chiriquí serán un área protegida donde se promoverá la conservación de su riqueza de recursos y las comunidades que viven en las costas, desembocaduras de ríos y ensenadas, podrán realizar sus actividades productivas, mediante el concepto de desarrollo sostenible, según explicó Harmodio Cerrud, administrador regional de la ANAM en esa provincia.
Los manglares desempeñan un papel en la lucha contra el cambio climático, porque la masa boscosa es uno de los sistemas que más fija el carbono y produce oxígeno. Esa es una importante razón para que los chiricanos y organizaciones comunitarias, como los concheros de Secundino Pineda, tengan conciencia de las posibilidades existentes en su territorio.