La inseguridad y la violencia se incrementaron en nuestra provincia durante los últimos años, como consecuencia de la proliferación del narcotráfico y la fácil consecución de armas de fuego y es una de las principales preocupaciones de las autoridades nacionales en torno a los estamentos de seguridad, así como en la estructura de las comunidades, y la influencia del crimen organizado a nivel nacional.
La grave problemática sacude fuertemente a la región occidental de la provincia de Chiriquí, siendo los factores determinantes la falta de educación, la pérdida de los valores morales, la escasez de empleo que en la actualidad se registra y la consecuente difícil situación que viven los habitantes del sector, que en muchas ocasiones provoca desesperación. Del igual modo, la dificultad obedece además a un hecho que está incrustado en el propio distrito y que responde a una mala costumbre arraigada en el sexo masculino, como lo es el machismo.
Otro factor que genera violencia son las disputas por los territorios de distribución de drogas impulsan el surgimiento de un entorno mafioso, en el que los grandes capos y cabecillas de pandillas inciden de forma negativa en la seguridad y la estabilidad de los gobiernos e influyen directamente en la percepción de seguridad que tiene la ciudadanía”.
A esta situación de inseguridad provocada por el tráfico de drogas, se añade, según el Observatorio Hemisférico de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uso de la violencia para resolver todo tipo de conflictos cotidianos, tanto en lugares públicos como en trabajos, hogares y escuelas.El fiscal Abdiel Samudio, quien reveló que de las 2,250 denuncias, 581 han sido por maltrato al menor, 296 de violencia doméstica contra el hombre y 1,373 de violencia doméstica en contra de la mujer. También advierte que la carencia de sanción de los crímenes se convierte en un fuerte estímulo para que se extiendan y las personas tiendan a hacer justicia por su propia mano.
El forense Alejandro Pérez sostuvo que el ciudadano común se ve afectado por factores como la pobreza, la falta de oportunidades, de credibilidad de las instituciones de justicia y la ausencia de liderazgo que, eventualmente, explotan por situaciones intrascendentes, pero que revelan la gran presión en que viven las personas de escasos recursos y que no tienen alternativas para mejorar su calidad de vida y por esto en muchas de las ocasiones recurren a hechos delictivos.