Según los conocedores, el desarrollo pude ser enfocado a satisfacer necesidades humanas, o al enriquecimiento y acumulación de riquezas en detrimento del ambiente; es en este punto donde la sociedad necesita entender que un desarrollo sostenible, garantizaría ese aprovechamiento de los bienes naturales y preservaría al tiempo, el entorno ecológico.
Demetrio Miranda, profesor universitario, quien ha profesado ser ambientalista por años, señala que el modelo sostenible no se ha aplicado en Chiriquí. Indica que solo ha existido explotación desmesurada, almacenamiento de fondos por unas cuantas manos, sin que revierta a las comunidades.
“El desarrollo sostenible pretende por medio de una administración inteligente, satisfacer a la ciudadanía, en lo económico, en lo social y a la vez, cumplir con los parámetros de conservación, cosa que no ocurre en la provincia”, subrayó Miranda.
Miranda considera que el desarrollo sostenible depende de la administración, aprovechamiento, la participación ciudadana en los beneficios, la conservación y mejoramiento de esos recursos, en donde la ausencia de uno de ellos desvirtúa el funcionamiento de los otros.
El catedrático apunta que los gobiernos han concesionado el 90% de las aguas de los ríos, lo cual no posibilita en Chiriquí, ese desarrollo sostenible que tanto se pregona. Sin embargo, ponderó el plan de manejo del Chagres, fuente principal de abastecimiento para el Canal de Panamá.
Emilio Messina, especialista interdisciplinario de la ACP, catalogó como una equivocación el modelo tradicional de desarrollo fundamentado en el crecimiento económico, sin evaluar los daños ambientales resultantes. “Los indicadores evidencian un gran crecimiento económico, pero a costa de una huella ecológica significativa, lo cual deja claro, que de seguir así se estaría comprometiendo los recursos naturales de toda la población”, dijo.
Messina detalló que en aras a lograr esa sostenibilidad, se ha invertido mucho para cuidar la cuenca del Chagres, para garantizar la operatividad de la empresa canalera y al tiempo que el recurso revierte a las comunidades y pueblos circundantes, mediante capacitaciones y seminarios que les permiten tener una vida decorosa y de paso la conservación del principal recurso.
“Apoyado en ese desarrollo sostenible el Canal de Panamá necesita seguir mirando las tendencias, aprovechando las ventajas, siguiendo el mapeo de necesidades de los clientes y romper con las ortodoxias tradicionales”, dijo el funcionario, al ser cuestionado sobre la futura construcción de un canal por Nicaragua, de reciente aprobación por senado de ese país.
Guillermo Castro, Director Académico de la Fundación Ciudad del Saber expresa que aunque existe desconocimiento, a nivel mundial sobre las consecuencias de la explotación de los recursos naturales, se debe clarificar que el aprovechamiento, en sí mismo, no es negativo, sino los fines con los que explota determinado recurso. “La explotación de los recursos naturales, no es negativa en si misma, de hecho es necesaria. No obstante, el problema radica, en los fines con los que aprovechen esos recursos”, destacó el director.
Por su parte, Roger Sánchez, decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi), aseveró que el objetivo al debatir sobre estos temas es conocer y divulgar el impacto ecológico causado en el ambiente, cuando se actúa de manera irresponsable.
Extractivismo y post-extractivismo en el desarrollo sostenible, fue celebrado en la Unachi en conjunto con la Autoridad del Canal de Panamá, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Dirección Académica de la Ciudad del Saber; la semana pasada, en el auditorio Elsa Estela Real.