Concepción Segundo Serrano Amor al beisbol, por nada a cambio

Carente de un hogar estable, viajando de pueblo en pueblo, sin crecer al lado de la que lo dio a luz, ya que ésta falleció el día en que él nació en una mata de cañaza en el corregimiento de Las Lomas. Vivencias que esbozan dos pinceladas de la triste historia, de un hombre que vivió errante, sin un paradero seguro. Nunca perdió de vista, el beisbol, su pasión incomparable, Estas limitantes enseñan, que los derroteros que los individuos se fijan en la vida, son alcanzables y la plenitud no está definida por los bienes materiales.
Segundo Serrano, incansable luchador que ha profesado, por medio de sus escuelas, amor al beisbol, por nada a cambio. Asegura que este deporte lo lleva en la sangre, en los tejidos, nervios, carne y hasta en el pellejo. “El día que no bateó o lanzo una pelota me siento mal. Incompleto”, expresó volteando la mirada hacia el diamante, a través de una ventana. Por su avanzada edad, ya no puede jugar. Por ello, para saciar esas ansias, se sienta a ver jugar a los niños, explicó Serrano.
El destino de este chiricano, así como también su actividad deportiva, comienzan a desarrollarse en el distrito de Barú, cuando a los 6 años de edad, según nos cuenta, llegó a Finca Blanco, con tan solo un machete, una paila pequeña y veinticinco centavos en el bolsillo derecho de su pantalón. Caudal, con el que compro un paquete de sal para darle sabor a los guineos que comía en los bananales. Cultivos, que a la postre se convirtieron en su nuevo hogar.
Inició su vida deportiva, en la casa de los abuelos de Omar Moreno. “Allí me levanté, pero no como beisbolista, sino como boxeador”, comenta. Mientras calificó esta carrera de pugilista, como exitosa, tras salir invicto en 15 combates.
Finca Blanco, donde por primera vez, juega de receptor. Posición que le costó la fisura de tres dedos, en una de sus extremidades superiores. “Lo recuerdo como si fuese ayer, Alejandro “el zurdo” Chávez (q. e. p d.), con uno de sus envíos me fracturo tres falanges que me sacaron, ese día del juego.
Sin embargo, ese incidente, no logró retirar a Serrano, al contrario, le dio nuevas fuerzas, para lograr aquello que más anhelaba, ser un beisbolista de renombre en el territorio nacional. Hoy se ve su esfuerzo, tal vez no como pelotero, sino como el grande entrenador que hasta ahora es.
La participación de Miguel Pitty, nombre ficticio que utilizó Segundo Serrano en los campeonatos nacionales de beisbol mayor, ha pasado desapercibida y nadie le da realce a sus logros alcanzados en estos torneos.
Segundo Serrano engendró tres hijos, producto de múltiples uniones conyugales. De ellos, sin menospreciar a ninguno, Marvin Serrano, excelente segunda base del equipo de Chiriquí, para la década de los años 90, representa dignamente, el trabajo tesonero de su padre.
Concepción, sentía la urgente necesidad, de seguir trabajando por el beisbol, y es entonces cuando decide fundar una academia, en lo que hoy es el estadio de pequeñas ligas, Erick Arturo del Valle. “Esta academia, sin desmeritar el trabajo de otras escuelas de beisbol, ha forjado a grandes peloteros”, cuenta Serrano. Su escuela, ha sido 5 años campeón de la liga de los Leones.
Grandes figuras, tales como Antonio Cuan, Andy Otero, Einar Díaz, entre otros, son producto de esta escuelita. “Son las pequeñas ligas las que dan los frutos, son el tallero donde se forman los deportistas del mañana”, asegura el entrenador.
Secundina Sánchez, su actual compañera sentimental, señala que la entrega de su esposo por este deporte es digna de admirar. Mientras que Eloy Pinto, uno de sus ayudantes en la academia, lo describe como incansable.
Segundo Serrano, un hombre que ha marcado huellas difíciles de borrar para los chiricanos, con todas las glorias deportivas que ha logrado sacar al mercado nacional e internacional, el apoyo que recibe de las autoridades es escaso. Aun no tiene una casa propia. Vive en un pequeño cuarto en el Estadio Erick del Valle. Sobrevive, con una cuota mínima de seis balboas que deben pagar los padres de familias por el entrenamiento de sus hijos, sin embargo en este personaje hay un mensaje que aprender, con entrega y sacrificio ama lo que hace, sin importar el costo.