Heriberto Elizondro, oriundo de la comunidad de Bocalatún, después de ocho años, recibió con orgullo, la primera chárratela en su uniforme camuflaje, característica indumentaria del Servicio Aeronaval de Panamá, en los aristócratas salones del Club David, lugar que sirvió de sede para el acto de ascensos en el escalafón de mandos de 49 miembros de esta institución de seguridad.
LLuis E. Ruíz, Subdirector General del Servicio Aeronaval de Panamá, felicitó a los promovidos y al tiempo les recordó el compromiso que adquirieron con la Nación, de salvaguardar las fronteras y el territorio nacional, aún a costa de la vida misma.
Aixa Santamaría, gobernadora de la provincia resaltó el valor y la entrega de estos hombres y mujeres que optaron por el uniforme policial. Los exhortó, a continuar sirviendo con tesón y coraje al país, con la finalidad de preservar el orden y convivencia pacifica entre los habitantes de la República.
Por su lado, Luis Domínguez Jefe de la Primera Región, enfatizó el trabajo beligerante que realizan sus disciplinados para combatir las actividades ligadas al narcotráfico, el cual se ha reforzado con la adquisición de aeronaves y embarcaciones debidamente apertrechadas para refrenar la trata de personas, el trasiego de armas y drogas.
Destacó que lo más preciado que llegará a poseer un oficial de esta institución, será su buen nombre, por ello son incentivados a través de ascensos cada cierto tiempo. Rangos que significan mejoras de mando y económicas.
Cabe resaltar que para el grueso de la sociedad civil, el camuflaje se relaciona con la milicia y la similitud del uniforme de algunas entidades de seguridad del país, con las casacas de los soldados de la OTAN, acentúa esa percepción.