Donantes de sangre Una necesidad que va en aumento

88 mil unidades de sangre y sus componentes transfundidos, fue la cantidad que se utilizó en los hospitales a nivel nacional durante el año 2011, sin embargo esta cifra sigue en aumento año tras año, porque en Panamá, cada día se necesitan mayor cantidad de plaquetas, lo que puede considerarse como una necesidad que va en aumento.
El doctor Carlos Montero, coordinador del Programa Nacional de Sangre por el Ministerio de Salud y la Caja de Seguro Social, expone que a pesar que la población, ha tenido un cambio positivo en cuanto al tema de las donaciones de sangre por medio de la promoción voluntaria, cada vez más se deja a un lado las donaciones remuneradas.
Montero, sostiene que las donaciones de unidades de sangre, debe ser un tema de cultura, solidaridad y concientización, dejando a un lado lo que representa económicamente, un acto de este tipo, para los donantes panameños.
El galeno asegura, que el paradigma y el modelo para conseguir las unidades, ha sufrido cambios considerables, pues cada vez se sale más de los bancos de sangre, para trasladarse a las comunidades, haciendo que la donación, se haga más amigable, accesible y segura.
De llegarse a suscitar una emergencia, en donaciones de sangre se anda bien, señaló Montero, el nivel tecnológico es uno de los más altos a nivel internacional, lo que se necesita es que la población esté consciente, que ese nivel existe en Panamá, y que la donación es segura, añadió que lo único que hace falta, es solidaridad, y extensión de brazos para donar.
El funcionario, dijo que en Panamá los pacientes que demandan una mayor cantidad de sangre, son aquellos con enfermedades críticas, los cuales permanecen recluidos en la sala de cuidados intensivos, pacientes que por la complejidad se su padecimiento, comienzan a tener la falla de varios órganos, por lo que se hace necesaria, la utilización de mucha sangre.
Montero, culmino diciendo que la sangre una vez donada, tiene un periodo de duración de 35 días, por ello la donación debe ser una actividad diaria, ya que el uso de esta en los hospitales, varia dependiendo de la crisis o evolución de los pacientes.