Félix Ríos, producto de un fortísimo golpe en la espina dorsal, quedó hace dos años, condenado a movilizarse por medio de una bicicleta especial, no obstante en su corazón está presente el deseo de ayudar a sus congéneres para evitar los accidentes de tránsito, por ello participa en actividades que contribuyan a la formación de conductores responsables. Uno de estos accidentes, le colocó en la situación que hoy vive.
Se movilizaba por la ciclo vía, rumbo a la Barriada San José, lugar dónde reside; pero, nunca llegó a su destino, esa noche. Por desgracia para Ríos, un conductor bajo los efectos del alcohol, perdió el control del vehículo y saliéndose de la carretera, fue a parar a la ciclo vía. Según cuenta Félix, el conductor del carro, lo arrolló y luego lo arrastró bajo el automóvil por una distancia de 120 metros, lo cual le produjo todo tipo de laceraciones en su cuerpo.
De acuerdo con él, un policía que se desplazaba por allí, observó la escena y ordenó al conductor se detuviera-bueno eso me dijeron después- aseguró. Dijo también, que a pesar que las pruebas de campo arrojaron que la persona que lo atropelló, conducía a exceso de velocidad y bajo la influencia de 137% de alcohol, casi 126% del límite permitido, aún se mantiene en un proceso legal, con su agresor, ya que a dos años de ocurrido el accidente, no ha recibido ningún tipo de apoyo de su parte.
Debido a la gravedad de las lesiones, Ríos debe mantener contacto permanente con diferentes especialistas, como por ejemplo: ortopedas, cirujanos reconstructivos, médicos generales entre otros; sin embargo, en ocasiones no puede acudir, por limitantes económicas, a pesar de ello, sonríe y mantiene un dedicado espíritu de servicio hacia los otros.
Los médicos le han dado la posibilidad de volver a caminar. Para ello, está en la necesidad de someterse a una riesgosa operación que podría dejarlo privado por completo. Por tal motivo, ha decidido, por el momento quedar como está, empero necesita de las revisiones periódicas, de las cuales quien lo chocó debería ser responsable.
Cabe mencionar que Félix, adquirió su discapacidad motora a los 2.5 años, mas el reciente accidente empeoró su condición.
“Solo quiero que los conductores tomen conciencia de la grande responsabilidad que enmarca manejar un vehículo. Los autos, son en sí mismos armas en potencia y a la vez instrumentos útiles para el desarrollo, pero en manos desordenadas causan señas imborrables y para nada agradables”, dijo. Añadió que su tricíclica se ha convertido en una extensión de sus piernas, las cuales aunque presentan movilidad, carecen de firmeza para sostenerse.
Usted es un ejemplo de voluntad y deseos de salir adelante y le muestra a otros que no poseen ninguna discapacidad que si se quiere lograr algo solo hay que esforzarse para llegar hasta la meta, ah y al desalmado que le ocasionó ese accidente deberian meterlo en la carcel para que no vuelva a cometer una acción criminal como esa. y que viva Panamá
Lamentable, la injusticia Prevalece, motivos ha de tener para no mencionar el nombre de su agresor, ya que el estar bajo estado del alcohol no lo exime de responsabilidad moral y social.