La antigua estación del Ferrocarril de Chiriquí, ubicada en el distrito de Bugaba se está cayendo, literalmente a pedazos; sin que nadie haga algo para evitarlo. Este histórico inmueble se ha convertido en resguardo de personas del mal vivir y el nicho ideal, para las palomas castillas. En igual condición se encuentra, el edificio de trenes, a la entrada de las bananeras en Progreso, distrito de Barú.
Vladimiro Lara, trabajó por 28 años en el FRCH, desde 1969 cuando fue contratado como chequeador de carga y según él, desempeñó distintas funciones; tales como colector (persona que cobraba el pasaje), conductor (el que dirigía al maquinista y estaba en contacto con el despachador o controlador de las vías férreas), asistente de contabilidad y hasta maquinista de los trenes pequeños. Luego pasó a ejercer funciones como jefe de Mantenimiento e Infraestructuras del MOP, en Chiriquí, él recuerda con nostalgia aquellos años dorados.
“En una ocasión, hace mucho tiempo, le pregunté a Nicolás Alvarado director de turno su parecer respecto a traer los vagones que están en la comunidad de Progreso para restaurarlos y colocarlos al frente de la estación central; el hombre me dijo que era excelente idea, pero allí quedó, en palabras, señaló Lara mientras secaba el sudor de su frente.
Cabe resaltar que este ciudadano mantiene una de las colecciones, si no la mayor, de fotos históricas sobre esta obra.
La Estación Central estaba ubicada en el edificio que hoy, alberga la Biblioteca pública Santiago Anguizola Delgado; a un costado de la Gobernación de la Provincia.
En realidad, el sistema de trenes no volverá a ser más en el Valle de la Luna. Este bien público se perdió. Sin embargo, no debiese olvidarse, ni desecharse es el gran valor histórico e incalculable que enmarcan los vestigios del Ferrocarril Nacional de Chiriquí, del Caballo de Hierro, llamó David Morgan, en su momento al Ferrocarril Tras-ístmico
El 22 de abril de 1916, el presidente Belisario Porras inauguró oficialmente esta obra, cuya extensión fue de 92.517 kilómetros, distribuidos de la siguiente manera: David-Pedregal 6.436 km; David- La Concepción 28.962km; 45.052km, David-Boquete y David-Potrerillos 12.067 km.
Posteriormente, en 1924 se construyó el tramo de Bugaba hacia Puerto Armuelles. Cabe señalar que la culminación de estos tramos de líneas, se hizo por etapas; así como su des-habilitación.
“El costo de esta obra, según datos del Museo de Obaldía, fue de B/. 1, 670,000 e incluía: talleres, líneas telegráficas y teléfono, locomotoras y carros. Se exime aquí el tramo de Bugaba a Puerto Armuelles”.
Luis Máximo Miranda, profesor de Historia Universal, en la Unachi, señaló que el pasaje que se cobró inicialmente, fue de un real de estación a estación. Por supuesto, la primera clase pagaba el doble. Como es lógico, años después los costos operativos subieron y se hizo necesaria la figura del colector o encargado de cobrar las tarifas.
Para 1969, el recorrido de la locomotora llegaba tan solo hasta Bugaba, la cual partía de Puerto Armuelles, haciendo una escala breve en Progreso. Según Lara este servicio se suspendió en 1988, año en que la ruta sobre el Rio Chiriquí Viejo-Cuervito, fue clausurada.
De forma paulatina, lenta, pero cancerígena, las carreteras le restaban funcionalidad al gigante de hierro. Desde el 88 hasta el 1997 continuó cumpliendo con el deber de carrear carga y pasajeros, pero de manera reducida. El tramo se había reducido tanto. El tren llegaba, entonces de Puerto Armuelles hasta Progreso. Desde entonces, la inactividad y el tiempo que pasa y no perdona, ha deteriorado las reliquias restantes, del gran sueño de Porras.
Algunos moradores circundantes a estas áreas, preocupados por la conservación de esta hojalatería histórica, responsabilizan a las autoridades locales, por la pérdida de este patrimonio de la sociedad.
Según la historiadora Milagros Sánchez, las comunidades, en donde se encuentran partes, de lo que conformó este medio de transporte y comunicación, necesitan organizarse y solicitar a quien corresponda, lo decreten como patrimonio municipal.
De acuerdo a la profesora, esta es la mejor manera, ya que los procesos de restauración se agilizarían, haciéndose más alcanzables los proyectos y objetivos de la comuna. “Es más factible, que se haga de manera local y por sector, de esta forma la burocracia no afectaría los planes culturales que se puedan desarrollar”, sostuvo.
De aquella grande flota, que integraba el FNCH, solo quedan cuatro locomotoras y cuatro carros. La máquina número cuatro y la primera en llegar a la provincia yace varada, pero en buen estado, en los terrenos de la Feria de David, al frente del stand del MOP.
Carcomida por el orín, detrás de la antigua estación en Bugaba, la máquina No. 9. La misma, está acompañada por dos vagones, cagados por las aves y a medio tragar por los herbazales.
Estoicos ante el tempo y el espacio, un tren y dos carretas, retan las inclemencias de la naturaleza, a la entrada de Progreso. El último, un tren pequeño, desprovisto de toda honra, a el cual se le ha cercenado el rodaje; permanece cabizbajo, y casi oculto a las miradas, dentro de los talleres del Mop.
“La flota era grande, 15 locomotoras para ser exactos”, arguye el señor Lara. Dijo que la hojalatería la fueron vendiendo los gobiernos en turno, en calidad de chatarra. “El que no ha vendido nada del ferrocarril, ha sido este gobierno”, comunicó, sin ocultar la tristeza reflejada en su mirada.
Los comerciantes de la zona señalan que la Junta Comunal de Bugaba, ha colocado un letrero sobre la vieja estación, sin embargo no ha hecho nada para restaurarla. Se desconoce si tengan planes en positivo para este histórico sitio. Parece ser, que solo se acuerdan de lugar cuando llega la temporada de fiestas, en donde alquilan los alrededores para diversas actividades; después las lagunas mentales, a voluntad, los embarga.
Conforme a funcionarios del Ministerio de Obras Públicas, los acuerdos por medio de los cuales cedieron este edificio, solo fueron verbales, ya que las resoluciones, correspondientes, nunca llegaron de la Capital. Situación que ocurrió entre 1993 y 1998.
El profesor Miranda concordó con la historiadora Milagros Sánchez al decir que los panameños no están acostumbrados a dos opciones, por ello cuando las carreteras aparecieron, los dirigentes de la época dejaron de percibir viabilidad en el ferrocarril. Apuntaron, que jamás las personas, imaginaron que los precios del combustible se dispararían tanto. Hoy los chiricanos, tendrían un transporte que funcionaría de manera paralela y a un menor costo; indicaron cada quien en sus propias palabras.
I would like to find out the date of manufacture of the locomotive located behind the train terminal in Bugaba. The train was manufactured by Davenport Locomotive Works in the USA. Also, when was train service to and from the Bugaba terminal terminated?