Baños en mal estado, celdas a punto de colapsar, sobrepoblación de detenidos, son por mencionar algunas de las irregularidades, que viven los reclusos de la cárcel pública de David.
Este penal, construido en sus inicios para albergar a unos 350 detenidos, hoy mantiene 966 privados de libertad dentro de sus muros, sus celdas, cuya arquitectura está diseñada para alojar a cuatro personas; están habitadas hasta por 76, dijo Darío Martínez, uno de los detenidos en esta penitenciaria.
Mediante un recorrido por las instalaciones de la Mata, pabellón dónde se mantienen los reos de alto perfil, se pudo observar a simple vista el deterioro y condiciones paupérrimas de las estructuras de este inmueble.
“La actual administración trata de hacer lo imposible por brindarnos una buena atención, a través de varios programas que se manejan dentro de la penitenciaria”. Dijo uno de los detenidos. Pero a la vez recalcó, que la aglomeración dentro las celdas es insoportable.
“Para nosotros un buen día, en lo que a comida se refiere, se compone de un buen plato de arroz, porotos guisados, carne, pollo o pescado. Ese no es el problema. La seguridad tampoco, los custodios hacen su trabajo, la realidad es que la superpoblación sigue siendo el problema difícil de resolver, indicó otro de los entrevistados.
El hacinamiento en la Cárcel Pública de David, es producto de la alta mora judicial y de las estructuras que están a su máxima capacidad, según indicaron varios reos, señalamientos con los que coincide Ismael Flores director de este centro de reclusión.
La tardanza en la agilización de procesos judiciales en los últimos años hace más caótica la situación de las personas que purgan sus condenas ya que de los 966 detenidos solo 266 han sido condenados, mientras el 69.36%, el cual corresponde a 670 privados, siguen a la espera de la realización del juicio. Situación que no disminuye, pese a la implementación de salas virtuales de audiencia.
Solución
Ante este problema el gobierno nacional plantea la posible construcción de un nuevo centro penitenciario regional con miras a dar solución al congestionamiento carcelario existente en la provincia de Chiriquí.
Ismael Flores director del penal detalló la necesidad de contar con nuevas estructuras, ya que según informó, heredaron un edificio colapsado. “Se hace difícil darle oxígeno a algo que ya está acabado”, señaló el funcionario.
Después de algunos meses de venirse gestionando la idea del nuevo reclusorio, se prevé que este se realice en el distrito de Gualaca. Edificación que debe estar terminada a finales del año 2013, aseguró Flores. No obstante, los residentes se oponen a este proyecto, quienes ya han realizado varias protestas, como cierres de calles, manifestando su temor por las posibles fugas.
La realidad del hacinamiento carcelario en los penales del país, es permanente, dónde la provincia de Chiriquí, no se escapa de esta situación; ya que en las celdas los reclusos deben compartir los baños, utensilios elementales, y hasta sus propias camas, por lo que se hace urgente la construcción de un nuevo penal en la región.
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