Indigencia entre planes e intenciones

La construcción de un albergue donde se brinde atención integral a los indigentes parece ser la respuesta inmediata al creciente problema de la indigencia en la ciudad de David, sin embargo, aún los diferentes sectores, pese a estar preocupados, no se ponen de acuerdo para lograr el presupuesto e iniciar el proyecto.

Indígenas enfermos o acompañados por niños sentados en cualquier esquina, sintiendo en sus huesos el frío de la lluvia o el calor del asfalto; enfermos mentales frente a las iglesias, mirando fijo a los fieles creyentes con la esperanza de recibir una sonrisa acompañada de una moneda; adictos a las drogas y al alcohol deambulando por las calles y pidiendo a gritos dinero para comprar esas sustancias que los hacen evadir la realidad, ya forman parte del diario vivir en la urbe davideña.

Francisco Vigil, alcalde del distrito de David considera que la indigencia deriva del deterioro propio de la sociedad y del notable crecimiento que registra la capital de la provincia. El crecimiento económico y demográfico también genera la migración de personas que practican la indigencia en otras zonas menos pobladas y que ven en la ciudad mayores oportunidades para recoger limosnas, explicó el Alcalde.

El Municipio de David, a través del Departamento de Desarrollo Social atiende algunos casos, sobre todo cuando se trata de adultos mayores. Se conoció que una vez estos ancianos son recogidos de la calle por personal del municipio, se les traslada a un área habilitada detrás de la corregiduría nocturna de David, donde los bañan, ofrecen ropa, calzados, alimentos y además, se les hace una evaluación para determinar si requieren atención médica inmediata o si se les envía con sus familiares o a sitios de resocialización.

“Lamentablemente, a los pocos días o semanas muchos regresan a las calles, incluso en peores condiciones”, asegura José Barroso, director de Desarrollo Social en la Alcaldía de David. También manifestó que a través de las evaluaciones se ha podido detectar que muchos de estos indigentes tienen familia y hasta reciben ayudas sociales del Estado.
Ante esta realidad, y por temor a que la situación empeore, el alcalde Vigil ha planteado la necesidad de construir un albergue que ofrezca la atención integral a estas personas. Para lograrlo, se requieren fondos que podrían ser aportados por los diversos sectores de la sociedad y con el apoyo del Gobierno Nacional, el Ministerio de Salud, Ministerio de Desarrollo Social, y otras entidades.

Abdel Torres, presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Chiriquí, opina que este flagelo afecta las buenas costumbres e incide en el desarrollo socioeconómico de la ciudad. “Todos somos llamados a evitar que el problema siga incrementándose”, dijo Torres, aunque enfatizó que no se ha dado un acercamiento formal con las autoridades locales y comarcales para analizar el tema.

“Hay que buscar soluciones conjuntas a la situación incluyendo al eje gubernamental, los clubes cívicos, iglesia, la familia de esas personas y el sector empresarial”, recalcó Torres.

Sara Pittí, directora regional del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), supone que es a la Alcaldía, las iglesias y grupos organizados a quienes compete resolver el problema de la indigencia, aunque aclaró que no significa que el MIDES no pueda formar parte de algún proyecto; “si el alcalde solicita algún apoyo técnico lo tendrá”, dijo la funcionaria.

Estadísticas del Departamento de Desarrollo Social de la Alcaldía de David, revelan que entre 35 a 40 indigentes, deambulan diariamente por las calles de la ciudad de David. De no tomarse los correctivos cuanto antes, la cifra podría aumentar.