El Gobierno, a través de la Dirección Nacional de Acuicultura (DINAAC) del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), apoya los dos enfoques. Por un lado, operando las infraestructuras de apoyo y ejecución del programa de piscicultura en aguas continentales, y por el otro, manejando otras estaciones experimentales y de asesoría de cría de truchas, camarones peneidos y palemónidos de manera de consolidar estas industrias acuícolas, que tienen como meta la obtención de divisas para el país, vía la exportación de estos productos.
La idea es de que cada familia en una comunidad tenga un estanque propio, aunque en un principio tienen carácter comunitario, ya que son construídos a través de juntas de trabajo de los miembros de la comunidad. El alimento empleado es una ración balanceada con 25 por ciento de proteína, y las especies sembradas son: la Tilapia nilótica, la carpa común y la carpa plateada. El producto de la cosecha es vendido a la comunidad y a la vez asegura los fondos para la compra de alimentos. Las comunidades con estos pequeños proyectos no resuelven su necesidad proteica total, lo cual requeriría la construcción de más estanques en el lugar, permitiendo cosechas más frecuentes, que aseguren una fuente más permanente de pescado en el área.
El período de producción esta determinado por las necesidades de la familia rural, siendo frecuente las cosechas parciales para el autoconsumo o generar un ingreso monetario. La fuente de agua es generalmente escorrentía de agua de lluvia, ojos de agua o manantiales que son represadas en depresiones del terreno, pudiendo derivarse pequeños cursos de agua, en ciertas zonas del piedemonte.
En muchas de estas granjas sotenible se ha implementado la producción de hortalizas, raíces, tubérculos y granos, junto a rubros no tradicionales como el de las cucurbitáceas y el cultivo de plantas medicinales.
También se desarrollan proyectos de cría de aves de corral, iguanas, conejos pintaos, caprinos y cerdos.