La gripe es una de las enfermedades víricas más comunes en los países del trópico, especialmente durante la temporada lluviosa. Sus efectos, golpean con mayor impacto a la población núbil, por ello es necesario extremar las medidas preventivas u curativas pertinentes.
Como hemos dicho, los niños son blanco fácil de este virus debido a las características infecto contagiosas que presenta este mal.
Describamos, entonces, los síntomas de la gripe común. En primera instancia, el afectado, experimenta altas temperaturas acompañadas de dolores en músculos y en articulaciones. Estos dolores, son descritos por los conocedores como la sensación de haber recibido una paliza. También, el enfermo atraviesa por frecuentes dolores de cabeza, acompañados de resequedad en las mucosas, con la agravante de tos seca.
Se recomienda tener en cuenta, que la gripe muda, el modus atacante en los más pequeños, según la enciclopedia de vida y Salud. Esta obra señala, que la afección puede iniciar con diarreas o vómitos, en los infantes. Mientras que en lactantes, el riesgo después del contagio, incrementa la posibilidad de adquirir otros padecimientos.
El remedio más eficaz contra la gripe, es evitar el contagio o vacunarse de manera preventiva. Sin embargo, en este último caso, cuando la vacuna no ha sido elaborada de la cepa del mismo virus, el riesgo de contagio es igual, al de un niño no vacunado.
Vacunación Anti-gripal
La vacunación, debe tomarse a la ligera. El niño debe ser diagnosticado por un pediatra, como un infante débil o bajas defensas. Para ello, lo más probable, es que el médico sugiera la vacunación anual de la criatura; no obstante, la inyección, no garantizará inmunidad ante el virus. Por ello, se evitará el contacto con otros niños o adultos, portadores del virus.
El uso de antibióticos, ha de ser controlado, ya que retrasan el proceso de ataque y defensa de los anticuerpos del sistema inmunológico del cuerpo y prolongan la vida del virus.
Cuidado del Agripado
*Conforme a los concejos vertidos en algunas obras consultadas, la habitación debe mantener suficiente ventilación y permitir que sol entre fácilmente.
* Se debe someter al niño a baños de agua tibia o a temperaturas descendentes, según los médicos, para evitar daños cerebrales.
La ingesta de abundante líquido (agua y jugo cítrico), durante el tiempo de convalecencia, es recomendable.
Después, cuando se ha superado el cuadro gripal, los afectados quedan muy débiles, por tal motivo, el consumo de vitaminas A y C, fortificará el funcionamiento de los chicos. Si es seguidor de la medicina natural, puede iniciar el tratamiento, a base de zanahoria y frutas cítricas.