Un viernes Santo de 1963, tuvo lugar el sismo con mayor intensidad acaecido en las áreas limítrofes con Costa Rica. El movimiento telúrico alcanzó los 7.5 en la escala Richter. El evento podría volver a repetirse, según dijo Eduardo Camacho del Instituto de Geo-ciencias de la Universidad de Panamá.
Camacho indicó que los movimientos de tierra que se han suscitado en las últimas semanas en Chiriquí están dentro de la normalidad. No obstante, mencionó que la población necesita estar preparada ante posibles eventualidades, ya que han pasado más de 70 años desde el sismo de Chiriquí en ocurrido 1934 y 30 años desde el sismo de Golfito, y según el experto estos movimientos sísmicos se repiten cada cierto tiempo con igual intensidad. “Después de cuarenta años de haber ocurrido, estas fallas vuelven a replicarse”, señaló.
El Geólogo sostuvo que un terremoto podría ocurrir en el futuro, en esta provincia. Por ello instó a la población a tomar las medidas de precaución necesarias. “Los movimientos actuales no son indicativos que vayan a ocurrir ya, pero se necesita estar preparado ya que a futuro, es lo más seguro que ocurra”, dijo.
“Es importante que las autoridades hagan cumplir las normas de edificación para evitar situaciones que lamentar”, manifestó el experto. Agregó que el reforzamiento de hospitales y escuelas es primordial para disponer de sitios seguros en caso de estos siniestros.
Abelardo Serrano, jefe provincial del Sistema de Nacional de Protección Civil, señaló que ya se ha empezado con un ciclo de preparación tanto para hacer frente ante posibles terremotos u otras eventualidades. “Hemos iniciado con un plan de concientización en la población para que sepan qué hacer, antes, durante y después de situaciones de desastres”, sostuvo Serrano.
Serrano dijo que un avance en materia de prevención son los más de 180 planes de emergencias que han confeccionado en los diferentes planteles educativos.
Cabe recordar que el año pasado se presentó en David el estudio CAPRA, el cual determinó que de registrarse un sismo igual o mayor al ocurrido en 1934, las pérdidas materiales serían incalculables.