Puerto Pedregal ha sido por tradición un sitio de mercaderes de pescados, de productos del mar, de gente de trabajo. Sin embargo, en el último tiempo, la actividad de pesca, de pesca artesanal ha dejado de ser fructuosa; quienes se agitan en estos menesteres esperan mejores precios dado a que los actuales, solo cubren gastos.
Sesenta embarcaciones, aproximadamente existen en Pedregal. Botes cuya tripulación cuatro mil dólares cada vez que se hacen a la mar. Al regresar al puerto, los precios son ridículos, -casi insultantes-, dijo uno los entrevistados.
“Con estos precios no estaremos en condiciones de cumplir con nuestras obligaciones”, admitió Luis Carlos Jaramillo capitán de una embarcación y responsable de pagar un préstamo que supera los $40,000. En su bote, una carga considerable, pero lo más que le ofrecieron fue 90 centavos.
Se indagó que la capacidad de uno de estos botes es unas 5,000 libras, lo cual al aprecio señalado, no quedarían muchas utilidades.
«No hay mejoras, todos se arropan con la misma manta”, dijo Fulvio Meléndez, refiriéndose a los bajos precios y a las grandes penurias de alta mar.
En tanto, Javier Aparicio, otro marinero manifiesta que requieren de una procesadora.
“Requerimos que se nos ayude con la instalación de una planta procesadora”, exclamó.
“Estamos a la deriva, le vendemos al que nos paga un poquito mejor”, declaró Héctor Acosta. Dijo que al paso que van, el pago que deben realizar anualmente, se hará muy difícil.
En Pedregal existen 30 botes de los 45 que financió el Estado para un grupo de pescadores que trabajaban con empresas extractoras. Ahora ellos son sus propios jefes, pero deben pagar una obligación de 40 mil dólares, a razón de más de seis mil por año.
Sigue esperando, por grandes vuelos internacionales