“A sangre y fuego” y esta vez no es parte de un poema, sino la actitud de los moradores de isla Sevilla por defender las tierras que según ellos, pertenecieron a sus padres desde décadas pasadas y de las cuales podrían ser desalojados.
Los pobladores suman unas 108 familias, las cuales se mantienen en alerta y apertrechados con cañones en las playas de esta isla, dado que la semana pasada se intentó desembarcar un buldócer, el cual según los residentes arrasaría con sus viviendas y sembradíos.
Una testigo describió que el jueves cuando apenas despuntaba el día, visualizó en el horizonte una embarcación que traía rumbo fijo hacía la playa, lo cual los motivó a activar la vigilancia. “Al ver que las intenciones del convoy era desembarcar, los moradores dispararon al agua, con un cañón de fuegos pirotécnicos, seguidamente la bacha dio vuelta y se fue”, recordó.
Por la tarde, cuando el sol estaba a medio cielo, la embarcación regresó con las mismas intenciones. Los isleños, volvieron a disparar desde la playa. Al cabo de un tiempo, el barco se replegó, no sin antes maniobrar alrededor de la costa. La tensión llegó al máximo cuando lograron visualizar que la embarcación trasportaba agentes de seguridad quienes portaban armas de grueso calibre.
“Nosotros estamos dispuestos a todo, no permitiremos que nos despojen”, indicó Efraín Castillo uno de los moradores y labriegos del sector. Castillo asegura que sus ancestros han cultivado estas tierras desde 1919 y por ello los derechos les asisten. “Por antigüedad y derechos posesorios las tierras, nos pertenecen”, manifiesta. Comentó que desde que tiene uso de razón ha trabajado en estos territorios, por lo cual espera la pronta resolución del conflicto.
Mientras que Edil Montenegro, otro residente del sector, señaló que se defenderían hasta con los dientes, pero no se dejarían despojar del legado que sus padres. Se refirió también al grupo de hombres armados que viajaba a bordo del barco que intentó encallar el jueves 11 de abril. “La violencia engendra violencia, así que de lo que traen llevan”, dijo. “Aquí hasta con la vida misma, a sangre y fuego, pero personas ajenas no pondrán sus pies en esta isla”, vaticinó.
Edgardo Álvarez representante de Pedregal, dijo no conocer a profundidad la situación que se generaba durante esos días, no obstante apeló a las unidades encargadas de garantizar la seguridad a los ciudadanos para prevenir situaciones que lamentar. “Las unidades administrativas deben apersonarse al área antes de que ocurra alguna tragedia”, aseveró Álvarez.
El panorama desde el prisma de Aixa Santamaría, gobernadora de la provincia, el asunto debe esclarecerse dentro de los parámetros que la ley permite. “Esta es una situación de vieja data, pero las cosas deben arreglarse dentro de los límites legales”, indicó Santamaría.
En una misiva dirigida al Comisionado de la Policía Nacional Marcos Córdoba, el corregidor diurno de Pedregal, Porfirio Miranda, indica que los únicos facultados para entrar en la isla, son los ocupantes de esa región. Y se les autoriza para permanecer en el sitio hasta que se resuelva el proceso de lanzamiento que una sociedad anónima ha interpuesto en contra de los moradores.
Cabe mencionar que en el último párrafo, la carta fechada 10 de abril del 2013, se solicita el apoyo de la institución arriba mencionada y establece que cualquiera que contravenga las disociaciones de la epístola sea puesto a órdenes de la autoridad competente.
Isla Sevilla está compuesta por las regiones de La Pava, La Barranca, Puerto de España, Guerrero y Pita Haya.