Por: Francisco Mendizabal
Colaborador / Asesor Financiero
Hace unos días leía en un reconocido periódico financiero, de alcance nacional, que se esta dando una dura y agresiva competencia entre las instituciones bancarias y financieras del país. La realidad es, que escuchar esto preocupa, esto es de esperarse cuando en Panamá existen alrededor de un centenar de bancos, otra cifra similar de diversas instituciones financieras que luchan por colocar sus productos financieros.
Sin duda, esa competencia trae consigo muchas veces atropellos y estrategias inadecuadas y muy agresivas de parte de estas instituciones financieras, pues la consigna es captar clientes a toda costa.
Particularmente hemos presenciado, como los jubilados y pensionados del país son llevados a lo que llamamos “Préstamos Extremos”, nos referimos a prestamos que son otorgados por descuento directo, con montos elevadísimos y que se estructuran en base a letras pequeñas: el resultado muchos años o quizás infinitos años para pagar. Aquí es momento propicio para hacer notar una frase exteriorizada por el presidente de una Asociación que aglutina Empresas Financieras: “El negocio mas importante y seguro para nosotros, es prestar a los jubilados y pensionados, cobramos por descuento directo y si el deudor muere el seguro paga”.
Recuerdo que la agresividad es tanta que en una ocasión un señor que esta en la planilla de enfermedad, de la Caja de Seguro Social, no era sujeto de crédito y me comento que el esposo de la joven promotora de préstamos fue el que se hizo los exámenes médicos, luego se arrepintió porque ese préstamo lo condenó a una vida miserable, casi de indigencia.
Queremos hoy ilustrar como un préstamo puede ser mal estructurado, en perjuicio del deudor.
Hace unos días se me acerco una señora jubilada con casi 760.00 balboas y me dice Licenciado, usted podría verificar este préstamo que hice hace 5 años, en un Banco de la localidad, me aseguraba ella, “este préstamo tiene un error”. Me dice ella, solicite un préstamo personal por 47000.00 balboas, en el año 2006, la letra pagada es de 520.00 balboas al mes y acabo de solicitar mi carta de saldo y debo 43000.00 balboas. Si usted multiplica la letra por 55 meses, ya que los diciembres no paga, vera que abono cerca de 4000.00 balboas a capital y 24800.00 se lo llevo el banco en intereses.
Al pedir el Pagaré con los detalles del préstamo, observo algo muy común, la información del préstamo esta incompleta, en este caso particular, no tiene fecha de vencimiento, lógico de haberle puesto fecha de vencimiento mínimo tendrían que haber puesto 25 años. La falta de información relacionada al préstamo es obligante según las leyes que regulan la materia y de no existir, esto sería una causal para solicitar la nulidad del contrato por defectuoso. Así mismo podría enumerar muchas situaciones y anomalías similares que los bancos y financieras cometen a diario.
Mi intención es que usted comprenda que no es pedir dinero indiscriminadamente, hay límites en función de su ingreso y de un periodo de pago. La señora de nuestro ejemplo fue victima de una mala estructuración de crédito, claro que son políticas bancarias inadecuadas sumadas a la ausencia de supervisión por parte de las autoridades, al final se resumen en estrategias inhumanas que solo buscan hacer dinero no importa la forma ni las consecuencias.
Para terminar la historia de la pobre señora, con suerte, podría terminar de pagar en 15 o 20 años más, si le alcanza la vida ya que la señora esta mayor. Me dicen muchas veces que utilizamos términos fuertes en contra de acciones como estas, pero para mí esto es: “robarle a la gente y no solo eso, esto es humillar al ser humano al condenarlo a vivir muchas veces en la indigencia”.
Cuando los bancos sean sancionados por transacciones como estas, seguro se acabaría el abuso, lo triste es que reclamar ante la Superintendencia de Bancos, implica viajar a Panamá, pues en el interior no hay oficinas, interponer una denuncia ante los tribunales resulta complicado y costoso, al final el contrato que usted firmó implica la aceptación del negocio propuesto por el banco, un negocio que es una verdadera “Patente de Corso”.
Pero quiero terminar diciéndole a usted, que seguro vive o tiene un familiar con estos problemas, que se pueden realizar reclamos y solicitudes formales ante las instituciones bancarias y financieras, sin temor a equivocarme, cuando empiecen a llover los reclamos escritos será la propia vergüenza del señalamiento de la gente la que va a iniciar el retroceso de estas estrategias usureras, agresivas e irrespetuosas……
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