El optimismo, la camaradería y el compañerismo eran notorios esa mañana en el Julio Goff Quintero. La tropa chiricana se preparaba para conocer a los elegidos y dilucidar el nombre de los integrantes de la reserva.
“Yo me siento chiricano y sólo quiero, al igual que ustedes, jugar al béisbol y tener la dicha de coronarme campeón”, dijo el lanzador herrerano que militará en la novena chiricana y número uno en la rotación del Valle de la Luna. Las palabras fueron seguidas de gritos, silbidos y por supuesto la palabra distintiva “Chiriquí Campeón… ¡Meto!
Arístides Bustamante, timonel de la novena chiricana frente al torneo LXX de béisbol mayor, dijo que el equipo no buscaría excusas, sino resultados que lo lleven a disputar el campeonato de la categoría este año.
“No buscaremos excusas, sino resultados”, dijo el profesor Bustamante al ser preguntado por El informe de David, acerca del proceso de preparación y las condiciones del equipo unos tres días antes del inicio de la contienda 2013.
El profesor declaró que está muy complacido con el producto final, luego de tres meses de ardua preparación. «Contamos con un equipo muy fortalecido en todos los aspectos”, señaló. Reveló que la técnica primordial será a jugar a la pelota picante (toque, robo de base y la sistematización en el empleo de los lanzadores). “Nosotros vamos a salir al terreno de juego a dar el 100%, vamos a correr y batear, el cuadrangular sale solo”, recalcó.
“El Bomba” como fue bautizado en las lides beisboleras, conversó del potencial de la novena en cuanto al cuerpo de lanzadores. “Traemos un picheo joven y fuerte, como te dije antes, vamos a salir jugar pelota. Realizar el trabajo que la fanaticada espera”, repitió. También se refirió a la rotación y dijo que mezclaría la juventud con la experiencia.
Raúl Araúz, será uno de los relevos y Anuar Samudio el encargado de cerrar la puerta; es decir el cerrador estelar.
Bustamante aseguró que el retardo en los trabajos del Kenny Serracín no les afectó. Indicó que buscaron otras alternativas, como el estadio Julio Goff Quintero, en donde realizaban sus prácticas.
Chiriquí desarrolló ocho encuentros amistosos en los cuales se enfrentó en cuatro ocasiones a Bocas del Toro. En dos oportunidades a Coclé e igual número de veces a Veraguas. De estas ganó cinco y perdió tres.
“Contamos con una cuadra unida, que piensa en el bienestar del equipo”, concluyó el profesor.