El Congreso Regional Kädriri Ngäbe Buglé, solicitó la retirada de los indígenas que desde hace varios días están apostados en el proyecto hidroeléctrico Barro Blanco que se construye en el distrito de Tolé.
considerarlo una autoridad no electa por el voto popular.
La solicitud se fundamenta, según Reicilia Mendoza, presidenta de esta organización en que la obra se construye fuera del área comarcal y dentro de la jurisdicción de la entidad que ella dirige.
Señaló que han sido respetuosos de los acuerdos logrados por las autoridades anteriores; pero ahora demandan la retirada del pequeño grupo como ellos lo llamaron, ya que de acuerdo a sus señalamientos la mayoría de los residentes aprueba la construcción de la obra.
Mendoza hizo hincapié en la supremacía de su agrupación, ya que como citó en el comunicado, este congreso es la máxima autoridad en el distrito de Muna Ñurun, y según este grupo, mantienen jurisdicción sobre los proyectos que se construyan en la Comarca y en áreas anexas.
La dirigente, también agregó que han convenido ciertos acuerdos con la empresa Genisa, S.A, dentro de los que destacan la preservación de las comunidades que viven en las riveras del río, la no expropiación de las tierras, entre otros que no detalló. Añadió que la posición del Congreso Kädriri en favor de esta obra, se mantendrá siempre y cuando la compañía mantenga lo pactado.
Por su lado Rogelio Montezuma, presidente de la Coordinadora por Defensa de los Derechos y Recursos Indígenas, señaló que la mejor vía para este conflicto es el diálogo, no la imposición de un grupo. “Los problemas deben evitarse, eso solo se logra a través de consultorías de las autoridades hacia el pueblo”, dijo vía telefónica.
Se trató de contactar a Celio Guerra a su teléfono celular para conocer su opinión en torno a esta situación, pero no contestó.
El descontento del grupo indígena surge por el temor de ser desalojados por la empresa, antes mencionada, o por las posibles arremetidas del río Tabasará donde se construye el embalse.
Cabe recordar que el pasado lunes, alrededor de 30 indígenas fueron desalojados del proyecto Barro Blanco, en tanto la policía mantenía acordonada el área.