Actualmente, según un estudio de los entes que desarrollaron el plan de manejo del Parque Nacional Volcán Barú, unas 506.24 hectáreas, de las 12 mil 97 que componen el PNVB, están aquejadas por el uso desmedido, incendios forestales entre otras afectaciones.
Las amenazas que atentan contra la reserva, motivó el levantamiento de un plan para garantizar sostenibilidad del PNVB.
Damaris Sánchez, coordinadora del proyecto ejecutado entre Fundación para el Desarrollo Integral, Comunitario y Conservación de los Ecosistemas en Panamá y la Asociación Nacional para la Conservación y auspiciado por el Programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente (Pnuma), la iniciativa Life Web del gobierno Español y la Autoridad Nacional del Ambiente, habló de la imperante necesidad de realizar trabajos de cooperación entre los residentes del sector y las entidades involucradas, con el fin que la durabilidad de las garantías que ofrece el PNVB, tengan mayor estabilidad.
“Con todo lo analizado se ha identificado la necesidad que se establezca en la provincia un mecanismo de co-manejo del capital natural que tenemos, pero con un análisis legal que oriente a todos los actores hacia la participación activa y efectiva para su conservación”, aseveró Sánchez.