Por: Luis Treville Latouche P.
Crítico de Arte
Las obras de Rodrigo Muñoz Azofeifa están dadas sobre la identidad y el pensamiento de las distintas culturas de Latinoamérica. Desarrolla íconos y símbolos contemporáneos para transmitir un concepto de unidad con la humanidad, animales, plantas, tierra y vida.
Cada obra está dada en un planteamiento donde se funden para crear vida o para inmortalizar, buscando una confrontación de forma pacifista; queriendo explicar las riquezas de la vida sencilla, en la que ha aprendido a disfrutar de los pequeños placeres universales, que todos tenemos a mano.
Rodrigo Muñoz el Chamán del Arte Social y esotécnico, de orígenes Maya, de la madre de
Bhuda, quién parió a su hijo cerca al lago y se sostuvo de un árbol.
En las obras de Rodrigo Muñoz Azofeifa donde se aprecia su alquimia de la psicoeléctica, donde convergen con los cuatro puntos cardinales del Norte, Sur, Este y Oeste, parándose en fronteras demográficas, vulcanológicas, petriadas y humanistas.
En su alma de líder, se expande a través el Theotl (Espíritu Supremo) y el Yaotl (Dios de la muerte), búsqueda y rechazo de la supremacía del ego luminoso, macrocósmico.
Cada tema de la Mujer (luxor) de la transición del tiempo que vela por la mujer mutilada, neosacrificios neoaztecas, de la denuncia social y el equilibro del medio ambiente y el ser humano. Surge su arte protestático como mariposa (pirras) en el neroismo (negro), leukosuvo (blanco), Holismo (variedad de colores).
Son pinceladas del “ser interior“, la fé del “uno mismo” en expresión Teogóvia, defensa de la PachaMama (madre Tierra), antítesis de la ginecofobía amorfa. Simbología, antemorfo, colores, mensajes, fortaleza de un Chaman poseedor de un Tótengnosis, vibrante, superior.
La exposición de Fragmentos, estructuras de la transición; focos de luz hacia el fondo humano, decedor humanos, dolor, belleza, angustia, sangre, en el mundo de cosmos.
Hoy surge el corazón, igual que un loto en el amanecer y se apaga en imágenes al poniente para estar siempre en el tiempo y el lugar.
Rodrigo, astral y salomónico en un sol, mágico Sol y Luna, sangre roja y negra, en esta exposición de la transición del fuego, cuerpo, alma cubierto por los Chamanes
Mayas, Aztecas y Chichas.