“Recuerdo ese primer partido que pité, tenía 19 años. Era uno de los juegos de una liga, que hoy ya no se juega (hacía referencia a una marca de refresco). Fue muy difícil. Saqué siete tarjetas amarillas y tres rojas”, rememora Ronald Bruña, árbitro internacional, de reciente designación.
Bruña, lleva 10 años como árbitro nacional y 13 años, como parte del cuerpo de árbitros de Chiriquí. Comentó que ha buscado esta oportunidad desde su llamamiento a fungir como oficial nacional. “Hemos venido buscando esta oportunidad por más de 10 años”. Es el actual presidente del Colegio de árbitros de Chiriquí.
Sus primeros años como árbitro nacional los realizó en la Asociación Nacional Pro-Fútbol (Anaprof), esto desde 2003 hasta 2009, año en que la organización cambió de nombre a Liga Panameña de Fútbol. Desde entonces, ha arbitrado en importantes partidos en la LPF y LNA; así como en las ligas de corregimiento y en otros torneos tales como la Copa Provincial Interclubes y la Rommel Fernández.
“Es muy difícil alcanzar esta distinción y aún más exigente es el trabajo por conservar esta ponderación”, acotó Bruña”. Cabe mencionar que en cada partido, los árbitros son valorados por un comisionado de FIFA, lo cual significa una evaluación permanente del rendimiento de las facultades físicas y técnicas.
Bruña viéndolo desde una perspectiva historicista, viene a ser, como un hijo tenido a destiempo para el balompié. De pequeño hasta los primeros años de su juventud, se dedicó al béisbol, consiguiendo destacar y logrando el seleccionado provincial y hasta nacional en diversas categorías. “Es un privilegio y un honor haber alcanzado esta posición en el fútbol. De chico, nunca siquiera lo soñé”, indica al rememorar sus inicios en un deporte ajeno al que hoy juzga.
Incursionó en el balompié a los 14 años y jugó en algunos clubes de la provincia. Cuentan que consiguió en uno de esas datas, la banda de campeón goleador. Pero, el destino de Bruña se empinaba más allá de la confrontación de equipo versus equipo. Se enmarcaba como un observador neutral, como la ley dentro del rectángulo.
Según El Línea, su inspiración para entrar en el mundo del arbitraje le fue legado por un vecino, quien también fungió como oficial de FiFA. De él, aprendió los fundamentos básicos de la magistratura del fútbol. “Abraham Vigíl, quién fuese en su momento árbitro internacional, me impulsó y me enseñó los principios del arbitraje. Él, me encaminó en esta senda”, recuerda Bruña.
Como todo profesional, los objetivos del Colegiado se enfocan en la superación. En primera instancia en los torneos nacionales, con miras a la consecución de una terna que lo ubique en el plano de los encuentros de la Confederación Centroamericana y del Caribe de Fútbol (CONCACAF), y naturalmente, una oportunidad de juzgar algún partido en el mundial del 2016.
Actualmente, El Oficial alterna el arbitraje, con sus funciones profesionales en una empresa dedicada al diseño de estructuras, bajo la dirección del arquitecto Carlos Beitia, quien le ha prestado el apoyo al igual que su familia, en el devenir de su carrera.
La entrega del gafete FIFA, se realizó en el mes diciembre en un prestigioso hotel de la ciudad de Panamá, por el presidente de la Federación de Fútbol de Panamá, Pedro Chaluja.
De esa forma, se ha desarrollado la génesis arbitral de Ronald Bruña el cuarto chiricano que ha sido designado como árbitro asistente de FIFA. Cabe recordar, que este oficial es el segundo chiricano que en menos de un año, ha recibido el llamado por el máximo organismo del fútbol a formar parte de sus filas arbitrales. El central John Pitty, en enero de 2012 y ahora Bruña como árbitro asistente.