Rastros y evidencias tangibles que hoy, la ciencia arqueológica ha descubierto señalan la existencia de dos culturas antiquísimas, quienes se asentaron en la región que hoy se conoce como Sitio Barriles, el yacimiento más rico en reliquias pétreas, ya sean grabadas o sombreadas.
Muchos de los entendidos han pensado, de manera errónea, que la cultura Barriles, era propia de la región. Sin embargo, el hallazgo de una curiosa estatua, la cual presenta a un hombre de color cargando sobre sus hombros a otro de apariencia asiática, da a entender la verdadera identidad de ésta. Se presume, que los misteriosos inmigrantes, llegaron a este sector, antes de la era cristiana.
Las últimas investigaciones, desarrolladas por la Universidad de Berlín y el Instituto Smith Sonian en 2001, aún no determinan, cuál de los grupos llegó primero.
En 1906, se marca la génesis en cuanto a las evidencias probatorias descubiertas por un grupo de inmigrantes, entre quienes estaba el abuelo de la actual propietaria, Edna de Landao. Estos colonos se establecen e inician a ejercer como labriegos, caficultores para ser exactos.
El nombre de este sitio arqueológico, deriva de las piedras talladas en forma de barril, expresiones artísticas, que fueron encontradas, por primera vez en 1947.
Es importante resaltar, la variedad de objetos arqueológicos que podrá observar allí. Entre los cuales se cuentan: petroglifos de diversos tamaños y formas, una piedra magnética que obliga a la brújula virar en dirección contraria al polo, cerámicas de diversas formas y colores.
Usted, sin haber cursado estudios en arqueología, descubrirá, la diferencia entre los grabados en piedra y los sombreados.
Para nadie es un secreto, que las culturas antiguas, estilaban el culto a deidades desconocidas; en esa línea; tres piedras estratégicamente, ubicadas que parecen indicar la cercanía de los volcanes: Colorado, TZingal y Barú.
Hoy esa manera de pensar, no se ha perdido del todo, ya que estas rocas de carácter volcánico, son utilizadas por los metafísicos, quienes en ocasiones visitan Barriles para llenarse, según ellos, de energía positiva.
Conforme a la administradora del sitio arqueológico, los religiosos arriban especialmente, para los días del solsticio de invierno o sea para navidad. No se descarta que los antiguos habitantes de Barriles, practicaran el culto a las grandes montañas y en consecuencia erigieron un tributo en honor de ellas.
La National Geografic, estableció el sitio ceremonial en 1949. Sin embargo, los estudios recientes del 2001, precisaron la ubicación del perímetro sagrado. Los estudios revelaron que esta área sacra comprendía 3.5 hectáreas. Circunferencia que se extiende, aun debajo de la carretera, donde hay presencia de artículos arqueológicos. Estos investigadores dataron la existencia de este grupo en 600 antes de Cristo, esto mediante técnicas de carbono 14. No obstante, existen quienes ponen en duda la efectividad del instrumento.
Conforme a la centinela del lugar, ningún gobierno en Panamá se ha preocupado verdaderamente, por este sitio. “A pesar de la importancia histórica de este lugar, los gobiernos de mi país, no dedican tiempo para idear la conservación de este monumento, que debería ser declarado patrimonio nacional, pero no solo en papel, si no de hechos”, aseveró.
Si es de los que se interesa muy poco, por la historia, entonces quizás usted sea impresionado por el riachuelo que fluye en dirección contraria. La corriente sube algunos metros (30-50), para luego reincorporarse al cauce normal. Un atractivo único, tomando en cuenta que el lugar se ubica a mil 200 metros sobre el nivel del mar.
En otro ámbito, si su pasión es el agro o eco-turismo, puede darse una escapada hacia Volcán y visitar Sitio Barriles, a ocho kilómetros del centro del pueblo.